Este es el Jeep Patriot. Con tracción en las cuatro ruedas maneja suavecito con un motor silencioso que no es fácil encontrar en la línea de los jeeps, aunque de mejor performance en ciudad que en carretera. Es cómodo de suspensiones y el motor no hace mucho ruido ni transmite excesivas vibraciones al interior cuando funciona a media carga. Pero... en arranque o a pleno rendimiento puede ser un poco áspero; además no es muy 'diestra' en las recuperaciones osea en cambios de velocidad.
No puedo dejar de mencionar el espacio de carga, ideal para quienes deben cumplir varias funciones (llevar a los chicos a los juegos y guardar el cooler, salir de compras y acomodar las bolsas, etc.) pues con una capacidad mínima de 329 litros este puede 'crecer' hasta alcanzar los 1,357 litros de capacidad si plegamos la segunda fila de asientos. Al mismo tiempo, el asiento de acompañante también puede abatirse, lo que permite el transporte de objetos de hasta dos metros de longitud.
En cuanto al diseño interior el Patriot tiene buen acabado pero sin mucha alharaca, no hay que esperar materiales nobles ni lujos. Estamos hablando de un auto Jeep resistente y sobrio pero de estilo 'campero' sin dejar de ser atractivo y vistoso.
El diseño debo confesar que no fue amor a primera vista, no soy muy amante de jeeps ni SUVs, yo prefiero conducir autos sedán; pero poco a poco este Jeep Patriot me fue conquistando. Y fue por diversas razones, disfruté mucho los asientos térmicos (se calientan si lo deseas y yo soy friolenta) además cuenta con un sistema de navegación y sonido excelentes lo que es otro punto a su favor. Y aunque tiene una aceleración lgo lenta (que contradicción) es cómodo en asfalto y suficiente en las pistas.
En realidad luce como un Jeep pero a la hora de manejarlo se siente como un carro, y yo que apenas mido 1'52" me sentí potente encaramada en los altos asientos.
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